Rolero 03/12/2021 (Fri) 20:21:22 No.5867 del
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>>5857
>Era temprano por la mañana, la rutina te saludaba un día más pero no podías quejarte, podías dormir bajo techo, la comida no faltaba, siempre había papel higiénico en el baño, con el sueldo que tu trabajo de medio tiempo incluso podías comer en algún restaurante el fin de semana siempre que quisieras, estaba en paz con todo mundo así que te podías tomar las cosas con calma
>Ahora te preparabas para ir al trabajo, lugar al que asistías por las tardes luego de la universidad, una tienda de conveniencia a unas pocas cuadras, así que metiste tus emparedados a la caja y la amarraste en un pañuelo. Uniforme ok, llaves ok, bicicleta ok, candado ok, salir de casa ok, cerrar la puerta ok, guardar las llaves ok, listo, abriste la reja para salir de casa con bicicleta en mano, hoy estarías de 8 AM a 4 PM ya que era Sábado, en el mismo turno que Yui- chan, una estudiante de 18 años algo despistada pero amable y considerada, era cómodo trabajar con ella ya que obedecía sin dudar y siempre llevaba cosas deliciosas para el almuerzo y te compartía, era una buena armonía la que había en la tienda así que pensabas quedarte en ella durante un tiempo
>Cerraste la reja y volteaste hacia la derecha mirando la basura en el cesto, hoy pasaban a recogerla, tu ya habías sacado la tuya desde temprano, volteaste a la izquierda y si, ahí estaban las bolsas con tu basura, aunque había algo mas, algo difícil de ignorar, sentadas entre la basura habían dos… Per- sonasss… Al menos de una lo podías confirmar, una mujer de cabello rosa, un cuerpo… No tan Japonés, digo, mira esas tetas, la cintura, piernas, el trasero, demonios, lo buena que esta, incluso tenía un colgante en el ombligo, parecía dormir, abrazaba sus piernas en silencio, a su lado había una botarga, era de un personaje que recientemente se había hecho popular, Lupita el ajolote era como la habían llamado, una mascota que fue creada con la intención de motivar el turismo nipón a México, no tenias claro la historia de esta pero a veces, aparecía publicidad en la web o comerciales en la TV y parecía gustar mucho entre los niños
>Una rápida mirada para asegurarte de que no estuviese herida, tal vez era una chica que se metió en problemas, por su apariencia uno podía imaginar muchas cosas, considerabas despertarla y preguntar si se encontraba bien por puro compromiso pero antes de poder tocarla Lupita el ajolote se movió
>Retrocediste la mano mientras veías como volteaba hacia ti, su expresión sonriente y esos ojos vacíos que intentaban demostrar inocencia daban un poco de miedo estando así de cerca pero ahora uno de ellos estaba despierto, le preguntarías por que estaban ahí y que se fueran para evitar los problemas pero una vez más fuiste interrumpido, la botarga se levanto del suelo y comenzó a caminar hacia ti, ladeaste la cabeza confundido, sus pasos sonaban pesados, la persona del interior tenía que ser grande; Seguía y seguía, no se detenía, comenzaste a retroceder al ver que ya estaba casi sobre ti pero estiro la pata y sostuvo la bicicleta para evitar que escaparas
>La miraste a los ojos queriendo ver quien estaba en el interior solo para sentir su otra mano tomándote de la camisa, así como así fuiste elevado del suelo como un muñeco, Lupita soltó la bicicleta dejándola caer y en un movimiento dio la vuelta aporreándote contra el asfalto de espaldas
>Se escucho un sonido seco y el dolor invadió de inmediato tu cuerpo, apretaste los dientes y encogiste las piernas ¿Por qué te atacaba? Rayos, había arrancado un par de botones de tu uniforme, ahora tendrías trabajo extra al coserlos pensaste ya que tu cerebro no entendía el resto
>La escuchaste saltar, miraste hacia arriba y viste a la botarga sobre ti, rápidamente estiraste los brazos para levantarte deprisa y apartarte para evitar ser aplastado, cuando Lupita aterrizo el concreto se cuarteo levemente. Ahí venia de nuevo, sus pequeños brazos hacia ti, no fuiste capaz de apartarte, atrapo tu ropa una vez más, aprestaste los dientes listo para ser levantado del suelo una vez más, era demasiado fuerte, no te podías liberar

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