Rolero 05/28/2021 (Fri) 18:51:18 No.10017 del
(557.18 KB 1280x720 forestclearingday.jpg)
https://8chan.moe/hisrol/res/11510.html#12275
Takeshi

Las cosas siempre fueron mejores cuando su padre estaba con él, no tenía que preocuparse por hacer cuentas, tenía un instructor, compañero de entrenamiento y alguien con quien charlar o pasar el rato. Hacía ya años que su vida, el viaje y los entrenamientos habían cambiado drásticamente en su propósito. Cuando antes lo hacía todo impulsado por el puro deseo de ser un gran artista marcial ahora lo hacía por venganza. "Viajaba" para escapar de sus perseguidores y poder vivir otro día, vivía para seguir entrenando, entrenaba para hacerse más fuerte y poder llevar a cabo su venganza.

En algún momento fue el tercer mejor artista marcial mixto del mundo, algo que le traía orgullo y validaba sus esfuerzos hasta ahora. Ambos habían participado en varios encuentros y eventos alrededor del mundo durante su interminable travesía. ¿Fue de ahí que conseguía su padre el dinero? Nunca fueron excesivamente ricos o famosos y no siempre se llevaban el primer lugar en las competencias, pero siempre se desempeñaban bien. Probablemente no conseguiría un lugar donde pelear por dinero por ahí cerca, sin embargo.

Si su padre pudo mantener dos bocas alimentadas él debería poder mantenerse a sí mismo. No había visto a la chica comer bocado, nada había desaparecido desde la útlima vez que él había cerrado el refrigerador y nunca la oyó quejarse por comida así que no era descabellado asumir que el espíritu no necesitara comer. Lo más urgente era mantenerse hidratado, podría resistir unas semanas sin comer en el más extremo de los casos, pero duraría mucho menos sin beber.

Con un botellón de agua vacío en cada brazo, el hombre se dio a la dificultosa misión de no perderse en el bosque mientras buscaba una salida... y falló. Archer le había dicho esa mañana que los recorridos guiados no llegaban a lo más profundo del bosque y él mismo lo había comprobado cuando salió a buscar comida, si quería evitar ser visto tendría que mantenerse en lo profundo y dar un rodeo a las rutas que parezcan más transitadas. Fue esa la lógica que lo llevó a entrar al bosque para salir del bosque y acabó en su perdición.

Tras más minutos de los que se animaba a contar llegó a un claro lo suficientemente grande para esconder una camioneta y creyó que había caminado en círculos y terminado donde empezó, pero en el terreno en medio de los árboles se sentaba no una campervan, sino una pequeña cabaña de dos pisos. A un lado de la edificación de madera se podía ver un cobertizo del mismo material, más bajo y solo un poco menos ancho, sus grandes puertas de metal oxidado bloqueadas por numerosas cadenas y candados. El tocón de árbol con un hacha encajada al lado de varios troncos ya cortados y la chimenea en el techo de la cual se podía ver humo salir eran claros indicativos de que alguien vive aquí.