>>2252 >Marceline Una semana después del primer mensaje, toca la reunión con la Britannia.
"Que bonito clima tienen aquí" Dice y respira hondo en ese ambiente caribeño, inflando su ya de por sí generoso cofre. "¿Será verdad eso de que en el mar la vida es más sabrosa, o puras patrañas? Solo sé de algunos que se lo toman de forma muy literal" Se ríe como si supiera un chiste que solo ella entiende y vuelve la vista a Marrybell. "Ya hace unos meses desde las última vez, pero sigues igual de radiante"
La cuestión es que eso que radia Marrybell, y le atrae mucho a Marceline, pasa por alto para la mayoría de los seres, y no se trata de feminidad o belleza, sino de algo más oscuro. Es la razón por la que también se fijase en Orka a pesar de que a la Von Karma los hombres le produzcan tanta calentura como nadar bajo hielo. Marceline presume de tener el terror más dulce de toda su familia: El del pecado. Ese que asusta antes de suceder, es delicioso cuando sucede, y espanta tras ocurrir o en su defecto deja deseando por más, aun corrupto y autodestructivo se reconoce y se comete. Es el miedo del asesino controlando sus impulsos porque sabe que si se deja llevar lastimará a sus seres queridos, es el terror del héroe temiendo caer en el camino del tirano, y el tormento de quienes lo último que desean es que sus esqueletos en el armario sean descubiertos.
En conclusión, por dentro Marceline está babeando y por fuera mantiene una actitud relajada.
"¿Y bien? ¿Nos vamos?"
...
El paisaje de las ventanas es un océano de nubes que surcan a toda velocidad. Dentro, el ambiente es intimo y sereno. Marceline rellena la copa de Marrybel con el licor que pidió, y también con el que no pidió, porque la incita a probar cosas nuevas como esa flamante botella con un alacrán dentro.
"De donde vengo tenemos bebidas más fuertes, pero vayamos un paso a la vez... No quiero que pienses ni por un segundo que quiero hacerte caer KO para aprovecharme o algo por el estilo" Asegura con una sonrisa en absoluto sospechosa. "¿Y qué pasó con tu compañera Monica? ¿Atareada con sus asuntos de princesa? Son princesas, ¿no? Es que yo siempre me lió con eso de las jerarquías. Ah, y no me preguntes a donde vamos, ¡Es una sorpresa!"