>>2411>Marceline"No seré Max Montana, pero haré mi mejor intento" Se detiene en las escaleras del avión y toma a Marrybell de las caderas, desde allí la sostiene con firma y la acerca a su cuerpo, dejándola a un pocos centímetros de su pecho
Aquí estoy suponiendo que tu mona es más baja que la mía. En esa posición, Marceline respira hondo sin apartar los ojos de Marrybell, se toma muy en serio eso de
catar a la Britannia. Al soltar el aire dice: "Suave, espumosa, eres un Hambledon Classic Cuvée Rose..." Espera haberlo pronunciado bien. Luego sonríe y añade: "Adulterado, pero igual de exquisito"
Para la Von Karma es tan claro como si la escena se repitiera ahí delante entre sus brazos, jadeos y pecados, una sirvienta condenada y una princesa cuyos ojos dan origen tanto a suspiros anhelantes como a la misma muerte. Sin decir más suelta a la noche y recorre los escalones que faltan para la nave.
En el avión...
"Piensa en el chocolate. Es sabroso, se puede comer de mil formas, bombones, tabletas, untado en la piel. Ahora dáselo a un cachorrito, ¡se te muere! Algo parecido pasa con los alimentos de mi madre patria y los que no son de allí... Yo doy lecciones de todo tipo. Del amor, de la vida, de economía. Para que las enseñanzas se aprendan bien uso mucho material de apoyo, como esos cuchillos que dices no funcionaran en ti, o correas de cuero, muchas correas de cuero. Una vez me senté en una silla llena de ellas, y fue ¡Woo-hoo!" Se inclina y susurra: "Emocionante..."
Esa historia de la que habla es la vez que la quisieron ejecutar en Japón. En ese entonces Marceline no sabía nada de su linaje Von Karma, solo entendía que era rara, tenía poderes sobrenaturales, y disfrutaba de los actos violentos y carnales por igual. Pero antes que la convirtieran en pan tostado, los Kazutakas movieron sus influencias y la libraron de todos los cargos, como si la sangre y los cadáveres desmembrados que dejó detrás desaparecieran de la historia.
Yoshiwara se hace presente desde las ventanas.
"Aquí la
degeneración no existe. Esos juicios morales quedan abandonados en la superficie, obsoletos, junto los mojigatos y los que carecen de poder. En la ciudad de la noche eterna todo son negocios"
Drogas, sexo, apuestas, alcohol, violencia, extravagancia y mujeres denudas. A Marceline se le ocurrió un evento que reúne todo eso en uno, algo que lleva días sonando y atrayendo mucha atención ahí en el sub-mundo. La Von Karma se señala y dice:
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