Las Oficinas de EuroCorp, donde nada puede MALIR SAL. Donde al parecer, esta semana esta siendo demasiada atareada con papeleo, papeleo y solicitudes varias. Allí donde siempre estas, en tu confiable oficina, en donde aquella enorme puerta normalmente es tocada si es asunto importante como lo parecía ser ahora mismo. Quien tocaba la puerta para luego entrar era Pandemonica.
Bien señor Leviathan... Aquí hay mas pedido por parte de la Gurren Army para fabricar mas armaduras de distinto colores y diseños.
Y te dejaba una hoja, que en realidad sería una pila de papeles pero eso es trabajo para Pandemonica, lo que te da es básicamente la versión resumida de los detalles para ser aprobado y así empezar con la producción. Aunque poco después, tu radiante y fiel guarda espalda, general de las tropas de los Adeptus Custodes, Little Kitten entraba mientras Pandemonica tan solo pone su mano al alza para taparse los ojos de lo dorado de su armadura.
Kitten : Mi señor Emperador... Le traigo noticias no tan gratas de oir.
Pandemonica : Si es por la cafetera, que sepas que ya lo sabe.
Kitten : El Omnissiah, ¡Se recluyo en su habitación!
Y en eso sentías que algo de culpa la tenía Pandemonica. No era un sexto sentido ni nada, sabías bien que ambos se llevaban regular, y Auditore siempre andaba haciendo apuestas con ella. Eso y porque la propia Pandemonica trataba de no reírse, agarrando fuerte su taza de café.