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>Jericho
Tras llegar al otro lado se sumerge en una de las cuevas de hielo, trotando más que corriendo, hasta que el lugar comienza a temblar siendo la antesala para que un gusano de nieve escupe fuego surja desde una súbita ventisca.

Asuna tan rápido como aparece se va. Jericho ahora tiene que lidiar con el gusanote blanco, así que corre directo hacia él, evade el aliento de flama, y escala la criatura hasta estar sobre su cabeza. Desprende una mano y utiliza los hilos que unen sus articulaciones como rienda para atrapar la mandibula o el cuello del gusano. Acto seguido lo trata de domar para que la lleve hasta la meta.

"Si fuera Jackie, señalaría la clara alegoría a montar y manejar símbolos falicos" Murmura.