Niña huérfana que fue encontrada en el típico canasto a las puertas del orfanato. Vivio una vida... Normal dentro de lo que cabría de esperarse, con unos estudios la mar de simples. Pero a los diez se empezó a interesar acerca de la mecanica, de poder reparar objetos tras haberse encontrado con una pequeña computadora portátil tirada en el callejón de su orfanato cuando volvía de clases. En aquella computadora que estaba rota, tenía aquel simulador que, al principio lo veía como un juego, pero poco a poco encendió una llama, la pasión de reparar, de ser un ingeniero.
Así pues, empezó las venturas de Alondra. Desde hacerse un trapicheo por aquí y por allá para llevarse metal en la mochila con el cual poder reparar el orfanato en donde vivía hasta aquella ocasión donde tuvo que salir corriendo por haber reparado un robot con las leyes robóticas mal puestas. Persiguiéndola hasta que se estrello contra un viejo coche.
