Moge-Ko tan solo ríe sonrojada, a lo que pasaba su lengua por el cuello de Alchemist tras un par de besos previos. Esos senos suyos eran satisfactorios de apretarlos con suavidad para sentirlos por mientras ella se estremece sintiendo la estimulación que le daba Alchemist.
Algo... No se... Me da rabia no poderlo describirlo pero... No creo que importe mucho.
Se guardaba sus palabras para mas tarde, por ahora se concentraba en dar un beso en los labios a Alchemist. El corazón de Moge-Ko latía con fuerzas al sentir por primera vez los labios de su compañera de juego, tan solo no podía evitar posar una mano en la mejilla de esta para acariciarla. Aunque poco después sentía que tenia la pared en su espalda y como Alchemist la bajaba.
Ahhhh... ¿Molestarme? Para nada... Ahhhh... Estoy disfrutando esto bastante.
Moge-Ko entonces se queda anonadada viendo otra vez la vagina de Alchemist, viendo esos labios carnosos y rosados, como esos jugos iban recorriendo toda su entrepierna. Tenía que ser un espectáculo de sabor que pasaba por la mente de Moge-Ko, excitándola aún mas si había cabida. Pero también estaba interesada en probar esos pechos enormes que ella tenía, a diferencia de Moge-Ko que apenas tenía donde agarrar.
Se dejaba poner de espaldas contra la pared, sintiendo como iba Alchemist desnudándola. Sacando su brasier que cae al piso algo mojado por los fluidos de la propia Moge-Ko que van cayendo de lo húmeda que estaba. Luego le seguía esas bragas rojas finas mientras siente como entraba un dedo dentro, a lo que ella daba un gemido al momento. Gemido que es opacado por el agarre del cuello que ejerce Alchemist.
S-se... si-siente c-como e-estar entre l-las nu-nubes...
Las piernas le temblaban sin parar, siendo asaltada por varios lugares como a su vez, esa cola que tenía Moge-Ko se enrollaba suavemente alrededor de la mano que le agarraba el cuello. Aunque misma cola suelta la mano de Alchemist al ver como le agarra del mentón a Moge-ko para hacer contacto visual. Algo de baba cae en la cara de Moge-Ko, cayendo cerca de su ojo derecho que cierra para ir bajando poco a poco por su mejilla hasta llegar a su labio superior. Moge-Ko entonces pasa su lengua relamiendo la saliva que se quedo ahí. Volvía a hacer esa cara de placer, exhalando lentamente aire caliente al ver la bella cara de su compañera de juegos.