>En vista de que no manifestarse ningun percance adicional, por no mencionar que la vuelta a puesta en circulación de tu sangre por todo tu cuerpo estaba ocasionando que tu estómago rugiera, y que aún las demás cápsulas que se encontraban en aquella habitación no se habían abierto, te tomaste la libertad de deambular brevemente por los pasillos de la nave, vestida con tus ropas de Descanso.
>El comedor no debía encontrarse demasiado lejos de donde te encontrabas, un soldado hambriento era un soldado ineficaz, después de todo, ¿No?... Esto seguramente fue pensado por el diseñador de aquella nave, ya que, en los pasillos de la misma, puestos en la parte superior de las puertas metálicas automáticas, así como también a la entrada y salida de estas, habían señalizaciones con figuras simples, pero entendibles, que podrían ser entendidas en cualquier idioma: Flechas debajo de Símbolos de Cruz, o comida, o baños, o incluso un pequeño observatorio, indicaban la localización exacta de estos, y en qué dirección. El comedor estaba un poco más adelante, detrás de una amplia puerta mecánica, que no requería aparente autorización alguna para poder pasar.
>Haciendo un ruido un tanto fuerte, la puerta de metal reforzado se fue abriendo de par en par, dejando adentrarte un poco más adentro de la nave, en donde te daba la bienvenida un comedor... Algo vacío, pero bien iluminado. Había unos cuantos soldados más adelante que se encontraban también con sus ropas de Descanso, y lo que sea que hubieran metido con ellos a las cámaras de Hipersueño. Pequeños robotzuelos camareros y de limpieza, empezaban a realizar rondas de mantenimiento del comedor para que esté estuviera impecable ante el despertar de sus habitantes, y, atendiendo en el comedor, entregando los alimentos, se encontraban varios robots sintéticos de piel grisácea, sin vello corporal alguno, o siquiera alguna peluca, teniendo todos en su enteridad uniformes Verde Oliva y un delantal. Habían unas cuantas mesas largas de metal vacías, que, poco a poco, empezaban a ser ocupadas por los diversos soldados que iban sentándose en las mismas, o directamente se iban sentando. Por suerte, aún había bastante comida buena que poder elegir, y bien caliente, así que podrías darte un banquete si querías, antes de que llegarán los demás pelotones a rellenar sus estómagos por igual.
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Escribe cuanto quieras negrito, no es necesario hacer biblias ni nada por el estilo, pero las hago para darle un poco más de inmersión y ambiente a todo kek